jueves, 14 de octubre de 2010

E-Publicidad, en el mundo real

Si en realidad no hemos inventado nada…

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Resulta que en la vida real hay cosas implementadas en la internet.
No terminamos de observamos ni de inventar… Para otro día, estrategias de supermercado en internet.

Por favor, no seas publicista

Por favor, no seas publicista” (al menos, en México)
Las razones, se expresan a continuación

1. Si quieres ser publicista, necesitas ser profesional
Esto significa estar bien preparado para lo que será tu vida laboral en este ámbito. Comúnmente una buena universidad te proveerá de los conocimientos necesarios para serlo.

Esto significa estudiar mucho, sacrificar tiempo, dinero y esfuerzo para completar un programa de estudios demandante que te prepare para tu vida laboral. Los materiales no son baratos, el software menos y las horas sin dormir son muchas.

Son cuatro o cinco años de teoría y práctica sin parar. Ustedes se encuentran ahora en esta etapa y saben que no es fácil.

2. Si logras ser un profesional, lo que importa es que tengas talento
¿Terminaste la universidad? Bien por ti. Sin embargo, difícilmente alguien en el futuro querrá ver tu cédula profesional. No somos doctores. No colgamos nuestro título universitario en nuestra oficina porque, para cualquier cliente, eso significa poco.

Después de la carrera lo que importa es que tengas talento y, tristemente, si no lo pudiste desarrollar durante esos cuatro o cinco años, puede significar que necesitas más tiempo para comprender mejor la disciplina o, simplemente, tomaste una mala decisión vocacional.

Esto tal vez suena muy agresivo, pero es cierto. En el despacho hemos recibido portafolios de egresados que nos dejan boquiabiertos por el bajo nivel de sus trabajos. En esta disciplina, como en muchas otras, el talento es elemental.

3. Si tienes talento, lo que importa es que cobres lo justo
¿Eres talentoso? Que bien. Sin embargo, con tu portafolio de la escuela y algunos trabajos que hayas hecho durante tus estudios no será suficiente.

Cobrar “lo justo”, para un recién egresado (al menos de la región), generalmente significa “barato”, porque salir de la carrera y contar ya con clientes en lista de espera es algo que no le pasa a muchos. Y aunque así sea, el talento es sólo una de las cosas que necesitas tener para ser un buen diseñador o creativo.

Cualquier cliente potencial te pedirá que ambos sacrifiquen algo: Tú lo harás con tus ganancias y él confiando en un recién egresado para realizar su proyecto.

Así que si esperabas salir y cobrar buen dinero de forma inmediata, lo más probable es que no sea así.

4. Si cobras lo justo, lo que importa es que apliques tu talento
Muy bien, presupuestaste una cantidad razonable dada tu corta experiencia, el cliente te entrega el anticipo y ahora a trabajar.

Pero algo pasa. Recibiste el brief y el anticipo y… “no sé, no se me ocurre nada bueno… es que el producto es muy complicado… en la universidad nos tocaba elegir que producto queríamos diseñar y pues yo hacía publicidad para Nike… este cliente vende tuercas… cómo se diseña para tuercas???”.

En este momento tu carrera y tu talento se resumen al proyecto del cliente y ya. Para esto debes desarrollar una buena metodología (que sería maravilloso que te la hayan enseñado en la escuela) que te permita trabajar rápido y trabajar bien. Tienes que hacer lo necesario para que tu talento salga al rescate.

5. Si aplicas tu talento, lo que importa es que lo justifiques
Bien, se te ocurren ideas muy buenas. Piensas enviar este proyecto a concursar a Quórum y a a! Diseño. Sin embargo, al momento de presentárselo a tu cliente lo imprimes, se lo das y te quedas callado. O peor aún, se lo mandas por correo con un texto de “espero comentarios”.

Si no le explicas a tu cliente por qué tu propuesta es buena, es probable que no la aprecie y que suceda una de dos cosas:

■Acepte tu propuesta sólo porque “está bonita… dibuja bien el chavo… se le ocurren cosas bien locas” pero no tiene idea de cómo tu solución creativa comunica bien los objetivos de su negocio y cómo lo diferencian de su competencia. Por lo tanto, no tendrá idea de lo que tiene en las manos y para la próxima igual y te llama… igual y no.
■Rechace tu propuesta porque “no le gustó… como que le faltó verde… no has visto el logo ese de la compañía de vegetales congelados?… eso me imaginaba para mi empresa de tuercas…” Entonces te toca justificar después de que te rechazan y eso será poco creíble.


6. Si justificas tu trabajo, lo que importa es crear una buena reputación
Muchas gracias – dirá el cliente mientras te paga el finiquito – pero qué crees, mi socio se echó para atrás y ya no va a ser una empresa de tuercas… de hecho, ya no va a ser una empresa de nada. El proyecto se cancela.

Lo más importante para un buen diseñador es que sus proyectos existan en la vida real y no sólo en su disco duro o en las cortadas de sus manos por hacer tanto dummy. La exposición de un buen proyecto te permite obtener más proyectos y más grandes. De lo contrario, cada vez que trabajes será como volver a empezar.

Los negocios de tus clientes construirán tu reputación y podrás desarrollarte más rápido. Eso no depende enteramente de ti, ni de tu cliente.

7. Si logras una buena reputación, lo que importa son las relaciones
Ey, ahora muchos saben que eres bueno. Pero para un proyecto más grande que estás prospectando, también compite “Genruchito”, el sobrino del dueño de la empresa que se fue de back pack por Europa y aprendió Power Point en un ciber. Él no tiene trabajo ahora y pues, hay que darle chance.

[Como nota aparte, en este momento de la plática siempre me sentí especialmente mal, por ser tan fatídico... pero bueno, ese era el objetivo jeje]

O existe otro despacho que también es bueno y mejor conocido con el que han trabajado antes y se van por lo seguro.

8. Si logras buenas relaciones, lo que importa es la experiencia
Muy bien, lo tienes casi todo. Pero los que tienen mayor experiencia muchas veces tendrán un valor agregado ante ti al momento de competir.

Hay que albergar experiencia profesional para involucrarse en proyectos cada vez más grandes ya que, a la hora de la hora, cualquier relación que puedas tener, podrá ser nulificada frente a otro profesional con mayor experiencia.

9. Si logras experiencia, lo que importa es…
■Continuar siendo un profesional
■Continuar con talento
■Aplicando tu talento
■Con precios justos
■Justificando tu trabajo
■Con buena reputación
■Y buenas relaciones
Si descuidas cualquiera de estos factores, tu vida profesional puede deteriorarse al grado de tener que volver a empezar.

10. Lograste todo. Sin embargo, aún así…
Siempre habrá un vendedor de coches que no terminó la prepa que ganará más que tú.

Si aún así quieres ser publicista…
¡ ¡ ¡ B I E N V E N I D O ! ! !

La verdad es que consideramos que estos pasos son elementales y planteamos probablemente los peores escenarios. Perdón por eso. Creo que lo que queremos decir es que llevar a cabo esta profesión en provincia requiere de mucha paciencia y de mucho amor. No hay de otra.

http://www.hcreativos.com/blog/